La Junta de Castilla y León ha finalizado las obras de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Peñaranda de Duero, en Burgos, con una inversión de 755.143 euros. Esta nueva infraestructura reemplaza a un sistema obsoleto, permitiendo cumplir con los estándares de calidad ambiental exigidos y mejorando considerablemente el estado del río Arandilla. Además, se ha construido una depuradora adicional en la pedanía de Casanova, que incluye un tanque Imhoff para la decantación y digestión de aguas residuales.
La EDAR de Peñaranda está diseñada para atender a una población equivalente de 1.491 habitantes, con un caudal diario promedio de 448 m³. Utiliza tecnología de biopelícula con biodiscos (CBR) en una línea compacta, destacando por su bajo impacto visual y eficiencia energética. Todo el proceso está automatizado, permitiendo su gestión remota, y se han instalado paneles fotovoltaicos para reducir el consumo eléctrico. La operación de la infraestructura estará a cargo de SOMACYL durante los próximos 25 años.
En la provincia de Burgos, se están desarrollando 68 nuevas depuradoras con una inversión prevista de 25,1 millones de euros. Además, se han implementado programas de depuración en pequeños municipios, con financiación compartida entre la Junta de Castilla y León (40 %), diputaciones provinciales (40 %) y ayuntamientos (20 %).
En cuanto al desarrollo de viviendas en Peñaranda, se ha firmado un protocolo con el Ayuntamiento para la construcción de viviendas públicas en parcelas del sector residencial, destinadas a los trabajadores de las industrias en la zona de la Ribera del Duero. Estas acciones forman parte del impulso de la Junta al acceso a la vivienda en el medio rural a través del Plan TUYA, con un enfoque especial en emprendedores.
Además de Peñaranda de Duero, se están llevando a cabo proyectos de vivienda en otras localidades de la Ribera del Duero, como Aranda de Duero, Valbuena de Duero, Quintanilla de Onésimo, Roa y Langa de Duero. En total, se prevé la construcción de 113 viviendas en estas áreas con una inversión aproximada de 17 millones de euros.
En resumen, estas iniciativas buscan mejorar la calidad de vida de los habitantes de la región, fomentar el desarrollo económico y turístico, y garantizar un adecuado tratamiento de las aguas residuales en los municipios de Castilla y León.
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