El Presidente del Consejo Directivo explicó que esta Estrategia se basa en un modelo de futuro que apuesta por la prevención, la calidad, la equidad y la humanidad.
El objetivo es atender integralmente a las personas vulnerables durante todo su ciclo vital, especialmente en la infancia y la adolescencia, y combatir la soledad no deseada en las personas mayores.
Entre otras medidas, se creará una figura para reforzar el apoyo a las mujeres que sufren violencia de género.
14 de enero de 2025
Castilla y León | Presidente del Gobierno de Castilla y León
El presidente del Ejecutivo autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, ha presentado hoy en Valladolid la Estrategia de Salud Mental de Castilla y León 2024-2030, que incluye una hoja de ruta diseñada por la Junta de Castilla y León para proporcionar a los pacientes una atención más eficiente y de calidad. El objetivo es ofrecer a la Comunidad una red de salud mental de última generación dentro de uno de los mejores sistemas sanitarios de España.
Esta estrategia incluye más de 200 acciones, en torno a 7 líneas esenciales y cinco grandes líneas transversales, que giran en torno a la humanización, la prevención, la coordinación, la digitalización, la formación y la investigación. Además, para prevenir la autolesión o el comportamiento suicida, el gobierno regional ya ha creado redes eficaces que involucran servicios sanitarios, educativos y sociales.
Entre otras medidas, esta estrategia acercará a los profesionales de la salud mental a los centros de salud con el objetivo de fortalecer este campo dentro de la Atención Primaria.
Asimismo, ya se ha puesto en marcha una red de casi 1.300 orientadores en centros educativos para niños y adolescentes, para lo que también se crearán nuevas unidades hospitalarias especializadas. También estarán presentes profesionales de Servicios Sociales para examinar casos en diferentes ámbitos como colonias de verano.
Por otro lado, se incrementarán los servicios de salud mental para personas mayores, que se reforzarán con consultas psicogeriátricas o incluso unidades específicas para optimizar tratamientos y seguimiento de casos complejos. Además, las unidades multidisciplinares de deterioro cognitivo se empezarán a poner en marcha este año y se completarán durante toda la vigencia de la Estrategia.
Asimismo, a partir de este año el Consell acercará la atención de la salud mental a los centros de salud rurales, a través de medidas como el aumento del número de psicólogos clínicos en las 11 zonas sanitarias de la Comunidad.
En el ámbito de la atención hospitalaria, se reforzará la labor de la red de hospitales de día y programas de hospitalización parcial que funcionan en todas las provincias.
En cuanto a infraestructuras sanitarias, además de los nuevos hospitales de día de Salamanca, León y Burgos, el Gobierno regional creará unidades de hospitalización específicas que cubrirán las necesidades de las 9 provincias.
De esta forma, en 2025 estará operativa en Salamanca una unidad con especial atención a la patología dual con adicciones; Encargarán en León unidad de patología dual por discapacidad intelectual o trastornos del neurodesarrollo; y Burgos contará con una nueva unidad pediátrica de trastornos alimentarios y, al igual que Valladolid, contará con programas de internación domiciliaria para niños y adolescentes pioneros a nivel nacional.
Por su parte, la Junta de Castilla y León pondrá en marcha programas de atención perinatal a mujeres con trastorno mental y creará la figura de «referente en violencia de género» para reforzar la atención a las mujeres que sufren violencia de género.
Finalmente, Fernández Mañueco destacó que todas estas medidas garantizarán una atención cada vez más humanizada que permitirá proteger a las personas a través de acciones encaminadas a lograr el respeto a sus derechos y erradicar este estigma.
Líneas de acción de la Estrategia de Salud Mental
La estrategia de salud mental de Castilla y León se centra en tres direcciones principales. El primero es la humanización, que pretende respetar los derechos de los usuarios, tanto de los pacientes como de sus familiares, y eliminar el estigma asociado a los trastornos mentales. Esta línea persigue los objetivos del Plan de Humanización de la Salud Mental Comunitaria, implementando medidas específicas para garantizar un trato digno y respetuoso.
La segunda línea es promover la salud mental y prevenir enfermedades. Se basa en la idea de que la mejor forma de combatir los trastornos mentales es evitar que se produzcan. Las actividades preventivas se adaptan a los diferentes niveles de riesgo de las personas e incluyen la participación de medios de comunicación y profesionales que tienen contacto directo con personas en riesgo. Un ejemplo destacable es la Red para la Prevención de Conductas Suicidas en Niños y Adolescentes, que facilita la detección temprana de riesgos.
La tercera línea se centra en la coordinación y continuidad de la atención. Se trata de acercar progresivamente la atención al entorno del paciente, como su domicilio y centro de salud, para conseguir una intervención más temprana y eficaz. El modelo comunitario de atención en salud mental requiere recursos intermedios, como los hospitales de día de salud mental, que permitan a los pacientes permanecer en su entorno sociofamiliar y recibir cuidados intensivos y flexibles.
Además, la Estrategia incluye medidas innovadoras, como la apertura de unidades para la población infantil y adolescente, para tratar la enfermedad sin separar al paciente de su entorno social y familiar. La digitalización es fundamental para alcanzar los objetivos de la Estrategia, facilitando la equidad en la atención a través de las nuevas tecnologías. Por ejemplo, los relacionados con la telepresencia, que mejoran la coordinación entre niveles asistenciales y posibilitan la atención directa en situaciones de emergencia.
Finalmente, la Estrategia promueve la formación y la capacidad investigadora, proporcionando a profesionales y ciudadanos herramientas para identificar y actuar ante situaciones de riesgo. Esto es fundamental para erradicar el estigma y facilitar el tratamiento de los trastornos mentales.
Para todo ello, el Gobierno de Castilla y León cuenta con la imprescindible colaboración del tercer sector social, con el que siempre ha trabajado, tanto para la fijación de prioridades como para la difusión social de estas iniciativas.
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