Descripción
¿Qué son y cómo funcionan?
Los detectores de incendios son dispositivos que alertan sobre la presencia de fuego mediante la emisión de un sonido intenso. Esto permite a los ocupantes de una vivienda actuar rápidamente para extinguir el incendio o evacuar de manera segura. Pueden ser de diferentes tipos, como detectores de humo, llama o temperatura.
Son aparatos económicos, fáciles de instalar y requieren poco mantenimiento. Se pueden adquirir en comercios de electricidad, ferreterías, tiendas online, siempre asegurándose de que cuenten con el certificado «CE» de la Unión Europea y cumplan con la norma «EN 14604» que garantiza su calidad y seguridad.
¿Son obligatorios?
Según el Plan General de Ordenación Urbana de 2020, es obligatorio instalar detectores de humo en viviendas nuevas o en obras realizadas en viviendas existentes. Deben colocarse en el número apropiado según las características técnicas, al menos uno en el pasillo distribuidor o vestíbulo. Para viviendas existentes, hay un plazo de cuatro años para su instalación desde la aprobación del PGOU.
¿Cómo y dónde se instalan?
Los detectores se deben colocar preferentemente en pasillos o distribuidores para que alerten en caso de incendio en alguna habitación. Se recomienda tener un detector por estancia, excepto en cocinas, baños, garajes o cerca de chimeneas para evitar falsas alarmas.
El detector debe colocarse en el techo, alejado de las paredes al menos 50 cm. En caso de no ser posible en el techo, se puede instalar en las partes altas de las paredes, entre 10 cm y 30 cm del techo.
¿Cuál es su mantenimiento?
El detector emitirá una señal cuando la pila o batería esté baja, que suelen durar más de 2 años. Se recomienda hacer pruebas periódicas para verificar su correcto funcionamiento.
VIDEO EXPLICATIVO
Descripción
Los detectores de incendios son dispositivos que detectan la presencia de fuego alertando mediante la emisión de un sonido intenso, permitiendo a los ocupantes actuar con rapidez para extinguirlo o evacuar con seguridad. Pueden ser de varios tipos: humo, llama, temperatura…
Son aparatos económicos, de fácil instalación y poco mantenimiento que pueden adquirirse en comercios de electricidad, ferreterías, tiendas online, siempre asegurándose de que cuenten con el certificado «CE» (de la Unión Europea) y cumplan la norma «EN 14604» que garantiza su calidad.
¿Son obligatorios?
Según el Plan General de Ordenación Urbana del 2020, en toda vivienda de nueva construcción o en obras en viviendas existentes se deben instalar detectores de humo ópticos autónomos en el número adecuado según las características técnicas, al menos uno en el pasillo distribuidor o vestíbulo. Para viviendas ya existentes, hay un plazo de cuatro años para su instalación.
¿Cómo y dónde se instalan?
Los detectores deben colocarse prioritariamente en pasillos o distribuidores para alertar en caso de incendio en alguna estancia. Se recomienda tener uno por estancia, excepto en cocinas, baños, garajes o cerca de chimeneas para evitar falsas alarmas.
Los detectores deben instalarse en el techo, separados de las paredes al menos 50cm, o en las partes altas de las paredes entre 10cm y 30cm del techo si no es posible en el techo.
¿Cuál es su mantenimiento?
Los detectores avisan cuando la pila o batería está baja, suelen durar más de 2 años y se recomienda hacer pruebas periódicas para verificar su funcionamiento.
VIDEO EXPLICATIVO